Los Desvaríos de Eladio DeLirando - Cualquier parecido con la fantasía no es pura casualidad.
¿Te acuerdas que yo te dije que quienes me les estaban comiendo los huevos a mis gallinitas eran las iguanas? Pues no me equivoqué. ¿No viste la fotografía que salió en el periódico? ¡Sabes la sorpresa que se llevaron esos carniceros cuando abrieron una de esas iguanas y la encontraron llenitas de huevos de gallinas del país! ¡Se había tragado como cincuenta! Es que si hubieran sido los perros del vecino, se hubieran comío también las gallinitas. ¡Y estaban echás de un padrote que tenía como cuarenta peleas!
Pero yo sé bien la historia de las iguanas. ¿Tú recuerdas lo de Vieques? ¿Te acuerdas que el presidente Lincon dijo “nuestros amigos de Puerto Rico no nos quieren en Vieques”? Pues, ahí fue que comenzó todo eso. La gente no sabe lo que es meterse con los fe de ra les. De eso sí que yo sé, que mondé papas como loco en el ejército. ¡El presidente prometió vengarse! Dijo: “ellos nos sacarán de Vieques, pero nosotros los vamos a sacar de Puerto Rico”.
A partir de entonces, todas esas iguanas que salían mientras construían el Palmeto y los Evergleis, comenzaron a traerlas para invadir a Puerto Rico. Por eso es que uno veía esos convoy de camiones militares por la número 2. Venían llenitos de iguanas para echarlas en Tortuguero, y de ahí regarlas por toda la isla. La primera que llegó aquí a Barranca la trajo aquel muchachito vestido de camuflaje que vino con ella a la Casa del Gallo. Ese era de los federales. Se estaba haciendo el bobito. Hasta que un día vino con el cuento de que se le había salido de la jaula. Y ¿a dónde fue a parar? A la charca, y eso se convirtió en un criadero que nos ha invadido. A doña Carmen le comieron la siembra de batatas. Ella dice que de noche se trepaban al palo de almendras, y según se las iban comiendo caían sobre el techo de zin, y no había quien durmiera con ese bombardeo. Y por la mañana cuando se levantaba encontraba el callejón del lao ¡llenito! de almendras comías por esos animales. Y el esposo dice que para salir al patio hay que andar con sombrilla para escapar de los churretasos que tiran desde los árboles.
Y allá en casa de Cuco cortaron el árbol de pana creyendo que el ruido que oían sobre el techito de zin era que se le caían, y no saben que el ruido era de las iguanas jartitas que caían del palo como panapenes. ¡Y que me dice cuando comenzaron a meterse en los plafones por los melones del zin! Ahí dormían la noche, y salían cuando comenzaba a calentar el día. ¡Sabe el susto que la gente pasa cuando se encuentra una iguana de frente! La esposa de un pastor de San Juan estaba histérica el otro día porque encontró una en el balcón. ¡Imagínate que le hubiera pasado como a mí que se me han metido en la casa y las he tenido que correr con el machete!
¿Te acuerdas que te dije que el presidente hizo la promesa de vengarse? ¿Y cómo se llama el plan ese que le impusieron a la isla? ¡PRO-ME-SA! Eso es lo que hay, ¡nos han invadido el país con iguanas para que tengamos que irnos de aquí! Esas condenás se comen to lo que uno siembra. Se comen los huevos de las gallinas del país, y están acabando con el coquí. Se pasan haciendo hoyos por dondequiera. Una iglesia de Levitaun tuvo que pavimentar el estacionamiento para que los carros no se hundieran. Hasta las carreteras nos tienen llenas de boquetes, y si te descuidas le muerden las gomas a los carros y se las vacían. Mientras más iguanas tengas en el patio, menos vale tu casa. ¿Por qué tú crees que el precio de las casas está por el piso? ¡Por culpa de las iguanas!
Mira, mijo, por eso es que yo siempre te digo que el que se la hace al americano, se las va a pagar, aunque sea invadiéndote con iguanas, y le tome 50 años para hacerte la vida imposible. Yo no sé porque a esa Junta Fiscal no se le ha ocurrido un plan de desarrollo económico a base de la industrialización de las iguanas. Si hasta podemos garantizar nuevos préstamos con las iguanas. A menos que estén pensando acabar con ellas las plantaciones de mariguana. Bueno mijo, para trasnochar ya está bueno. Van a ser las 4:00 de la mañana. Y antes de que peguen a cantar los gallos me voy a echar un sueñito, si es que para colmo no me encuentro una iguana en la cama.